domingo, 11 de agosto de 2013

El Proemio de Aves sin nido

De acuerdo a lo planteado en el Proemio, por la autora Clorinda Matto de Turner en la novela Aves sin nido: “…la novela tiene que ser la fotografía que estereotipe los vicios y las virtudes de un pueblo, con la consiguiente moraleja correctiva...”. Conforme a esto, la escritora  hace uso de la literatura para denunciar la injusticia social, la explotación y el robo de los pocos bienes que el indígena logra obtener. Por consiguiente, la intención del Proemio es abrir las puertas hacia un camino donde el lector sea testigo de las iniquidades que a lo largo de la novela se van a ir revelando. Ilegalidades, exigencias y atentados, amparados en el poder de los representantes de la Iglesia desde tiempos ancestrales y que se vienen ejerciendo hasta el momento de la escritura, incluso, hasta el día de hoy.

Por lo que se devela, el actuar de aquellos personajes evangelizadores que debieran ser los representantes de Dios en la tierra y que abusan de su condición eclesiástica, son el cura Pascual y el Obispo Pedro Miranda y Claro. Tales son las arbitrariedades, que llegan hasta los poderes políticos amparados y coludidos con la Iglesia. 
                                                                
Por ende, sin importar el cargo que ellos desempeñen en la Iglesia Católica, la corrupción es un hecho, lo cual queda demostrado a partir del capítulo III, con el actuar del cura Pascual y finalmente en el capítulo XXII, con la terrible revelación de Manuel, de ser hijo del Obispo Pedro Miranda y Claro, sacerdote de Kíllac. Situación que le sucede a Petronila, cuando Claro ejerció su cargo de cura en el pueblo donde ella vivió siempre. Más adelante, la revelación del secreto que le confirió Marcela a Lucia Marín, en donde Margarita es hija del Obispo Claro y por ende hermana de Manuel. 

 Ambos personajes hijos de un Obispo de la iglesia católica que haciendo uso de su investidura sacerdotal y como máxima cabeza de autoridad se siente con el derecho de abusar de la mujer sin importar condición social ya que con Petronila, mujer de la alta sociedad, tuvo un hijo y con Margarita, una indígena del pueblo de Kíllac tiene una hija. Lo que revela que al Obispo muy fácilmente pudo haber tenido más hijos en los años de vida que tiene. Sin embargo, gracias a que Marcela revela el secreto del origen de Margarita, una relación incestuosa no se lleva a efecto. 

En el párrafo donde la autora de la novela explica: “…tiene la novela que ejercer mayor flujo en la morigeración de las costumbres… se denota una clara intención de implorar la atención de su público, para que extendiéndole la mano, la entregue al pueblo” (Matto, 1). Es importante destacar que en la novela de costumbres es donde se representan las conductas humanas de los personajes y en el caso particular de Aves sin nido son los representantes de la iglesia católica: el cura Pascual. Mientras que por parte de las autoridades de gobierno: el Gobernador don Sebastián Pancorbo, Estéfano Benites, Coronel don Bruno de Paredes, el Juez Hilarión Verdejo, Escobedo. Por consiguiente, todos ellos con un esquema de anti-valores. 

En la novela se hace una denuncia de la sociedad peruana, enfocada en el pueblo de Killac, pero que bien puede ser una radiografía de todos los pueblos de Sudamérica que vivieron bajo el imperio de inescrupulosos, de viciosos que obraron en nombre de la Iglesia Católica o de su Dogma, para oprimir, abusar al desvalido; es decir, al indígena y a los débiles de carácter. Por lo tanto, Matto manifiesta en su Proemio que quiere encontrar ciertos ideales, resolver algunos problemas que preocupan a todos, y dar a conocer el origen, la solución de los males que turban las familias de Killac. Como dice Galdós: “La grande aspiración del arte literario en nuestro tiempo es dar forma a todos estos” (Estébanez Calderón, 754-755). 

Además, Matto dice que: “... cuando se presenta una obra... cuya trama es... amorosa o recreativa, bien puede implorar la atención del público... (Matto, 1). Es por esta razón que los matices y los diálogos que se presentan entre Manuel y Margarita, tienen la característica del romanticismo. Por consiguiente, a pesar que la novela tiene características Realistas, hace uso de técnicas del Romanticismo, ya que toma los elementos necesarios para llevar a cabo la denuncia de abuso de poder en todo ámbito social, aunque se orienta al abuso que cometieron los clérigos bajo el amparo de su condición sacerdotal, en nombre de su Dogma.

Lo que se muestra a continuación a lo largo de la novela, genera una duda respecto a que con el correr del tiempo, una denuncia de esta envergadura puede llegar a cambiar la visión que se tiene de la condición de vida y que se viene ejerciendo desde la colonia. Asimismo, Clorinda Matto de Turner hace alusión respecto a la necesidad de que los sacerdotes puedan casarse, para que dejen de abusar de las mujeres, ya que ellos al no cumplir con sus votos de celibato, hacen y deshacen a diestra y siniestra, para satisfacer sus apetitos carnales. En el Proemio ya se menciona esta condición y en el capítulo XVI, también. Esto se manifiesta en las palabras de Manuel: “Cuando haga mi tesis para Bachiller, pienso probar con todos estos datos la necesidad del matrimonio eclesiástico de los curas” (Matto, 55).  Testimonio de uno de los  hijos del Obispo Pedro Miranda y Claro. Sin embargo, Clorinda Matto de Turner dice que: “Amo con amor de ternura a la raza indígena...” (Matto, 1). El Proemio de Aves sin nido, no utiliza al indio y sus problemas como el leitmotive de la novela, pero si para mostrar todo el abuso que se manifiesta en su diégesis. Por ende, la importancia de la novela en su génesis es la denuncia clara y abierta en contra de la opresiva situación de los indígenas del pueblo de Kíllac, en el Perú. 

En conclusión, para Clorinda Matto de Turner, el Proemio es la apertura de una denuncia que claramente presenta la situación del indígena como un problema angustiante, pero desde la perspectiva de la opresión del clérigo y de los gobiernos, que por ambición personal y política, hacen en contra del oprimido, ya se llamen Petronila, Yupanqui o Champí. Por ende, queda de manifiesto que el despotismo, debe ser del más absoluto interés nacional. Asimismo, se exigen soluciones rápidas y eficaces: ella misma aspira a contribuir con esta novela y en la medida de sus posibilidades como escritora, a la búsqueda de tales soluciones.   


                                                                                    Patricia Carrasco 

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