jueves, 22 de agosto de 2013

Tzvetan Todorov

Todorov diseñó su modelo de estructura sobre la gramática en Littérature et signification (Literatura y significación), Todorov había utilizado el sistema homólogo de Lévi-Strauss para caracterizar el argumento, pero había llegado a la conclusión de que se obtenían descripciones demasiado abstractas y frecuentemente arbitrarias. En Grammaire du Décaméron, elaboró una gramática para explicar aspectos básicos de los cuentos de Boccaccio y estableció las bases de la ciencia narratológica.  Todorov diferenció tres dimensiones en la narrativa: una sintáctica (los nexos que se obtienen entre unidades narrativas), y una semántica (el contenido o el mundo representado o evocado) y una verbal (las frases que confeccionan el texto). 
   
Quizá la aportación más estimable de Todorov sea la reconversión de los niveles narrativos de “fábula” y “sujeto” por los de “historia” y “discurso”, fijando así una de las dicotomías a las que todos los narratólogos remitirán necesariamente.  Por último como buena parte de los estructuralistas, conviene apuntar la atención que Todorov concede la retórica y su papel como co-director de “Poétique”, la publicación en que se divulgan las principales aportaciones de la “vouvelle critique”.   

Todorov y una de sus obras más conocidas Gramática del Decamerón, que parte de su aserto en el que se reúnen sus ideas anteriores.  Sobre la base de un reducido corpus de cuentos, quiere definir su estructura, el sistema narrativo que los constituye; en cierto modo el puente que se tiende entre el sistema lingüístico-verbal y la realidad transmutada en ficción.  Por eso indica que el objeto de su estudio no son las acciones, sino el relato de esas acciones, el modo en que están organizadas por el discurso, al que se llama relato. Todorov pretende reconstruir a través de cada uno de los cuentos particulares, un “sistema abstracto de categorías”: semántico (lo que el relato representa y evoca, los contenidos más o menos concretos que aporta, sintáctico (la combinación de las unidades entre sí y de las relaciones mutuas que mantienen y verbal (las frases concretas a través de las que llega al relato), aunque lo que más va a tratar es lo sintáctico y algo de lo semántico. Por consiguiente, pone de manifiesto dos unidades fundamentales de la estructura: las proposiciones y las secuencias.  Las proposiciones son los elementos básicos de la sintaxis que se componen de irreductibles acciones que actúan como unidades fundamentales de la narración, por ejemplo: X hace el amor a Y.  En la práctica una unidad puede aparecer como una serie de proposiciones relacionadas, por ejemplo: X sale de su casa, X llega a casa de Y, y así sucesivamente.  Utilizando los modelos que conforman las propuestas y las secuencias son tratadas como partes de la oración, mientras que las proposiciones y las secuencias de sí mismos funcionan como frases y apartados que conforman el conjunto del texto.   
                                                      
Los personajes pueden ser vistos como los nombres, sus atributos como los adjetivos y sus acciones como verbos.  Todorov distingue tres categorías primarias en su gramática: el nombre propio (que corresponde al agente y que puede ser un sujeto o un objeto), el adjetivo (que como predicado contiene información sobre las acciones o cualidades del agente) y el verbo (divididos en tres modalidades diferentes: señala las modificaciones de la acción, indica la realización de una mala acción, y muestra el castigo que resulta de la mala acción anterior. 

Todorov al igual que Jakobson postulan que el relato es igual a la vida: “cada obra, cada novela cuenta a través de la trama, de los acontecimientos, la creación literaria es su propia historia… el significado de una obra radica en su propio relato, habla de su propia existencia”. Para Todorov lo fantástico representa una ilusión de los sentidos, provoca una extrañeza en el lector que no se puede explicar con las leyes del mundo.  Pero existe el peligro de reducir la literatura fantástica a una categoría clara donde coexisten dos géneros. Lo “extraño” es lo inexplicable, lo reducido a hechos conocidos, a una experiencia previa.  Lo “maravilloso” comprende lo desconocido… a un futuro.  Todorov habla de cuatro subgéneros: Lo extraño puro, lo fantástico-extraño, lo fantástico-maravilloso y lo maravilloso puro.  

Patricia Carrasco

No hay comentarios.:

Publicar un comentario